- Die CSE* christliche Suchmaschine für Kirche und Religion -
Deutsch
English
Français
Español
| deutsch | - | english | - | français | - | español |
Capítulo 7
1 Y como acabó todas sus palabras oyéndole el pueblo, entró en Capernaum. 2 Y el siervo de un centurión, al cual tenía él en estima, estaba enfermo y a punto de morir. 3 Y cuando oyó de JESÚS, envió a él los ancianos de los judíos, rogándole que viniese y librase a su siervo. 4 Y viniendo ellos a Jesús, le rogaron con diligencia, diciéndole: Porque es digno de concederle esto; 5 que ama nuestra nación, y él nos edificó una sinagoga. 6 Y Jesús fue con ellos. Pero cuando ya no estuviesen lejos de su casa, envió el centurión amigos a él, diciéndole: Señor, no te incomodes, que no soy digno que entres debajo de mi tejado; 7 por lo cual ni aun me tuve por digno de venir a ti; mas di la palabra, y mi siervo será sano. 8 Porque también yo soy puesto en potestad, que tengo debajo de mí soldados; y digo a éste: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y hace. 9 Lo cual oyendo Jesús, se maravilló de él, y vuelto, dijo a las personas que le seguían: Os digo ni aun en Israel he hallado tanta fe. 10 Y vueltos a casa los que habían sido enviados, hallaron sano al siervo que había estado enfermo. 11 Y aconteció el día después, que iba a la ciudad que se llama Naín, e iban con él muchos de sus discípulos, y gran multitud. 12 Cuando llegó cerca de la puerta de la ciudad, he aquí que llevaban a un difunto, unigénito de su madre, la cual también era viuda; y había con ella grande compañía de la ciudad. 13 Y cuando el Señor la vio, se compadeció de ella, y le dijo: No llores. 14 Y acercándose, tocó el féretro; y los que llevaban, pararon. Y dice: Joven, a ti digo, levántate. 15 Entonces se incorporó el que había muerto, y comenzó a hablar. Y lo dio a su madre. 16 Y todos tuvieron miedo, y glorificaban a Dios, diciendo: Que un gran profeta se ha levantado entre nosotros; y que Dios ha visitado a su pueblo. 17 Y salió esta palabra de él por toda Judea, y por toda la tierra de alrededor. 18 Y los discípulos de Juan le dieron las nuevas de todas estas cosas; y llamó Juan a dos de sus discípulos, 19 y envió a Jesús, diciendo: ¿Eres tú aquel que había de venir, o esperaremos a otro? 20 Y como los hombres vinieron a él, dijeron: Juan el Bautista nos ha enviado a ti, diciendo: ¿Eres tú aquel que había de venir, o esperaremos a otro? 21 Y en la misma hora sanó a muchos de enfermedades y plagas, y de espíritus malos; y a muchos ciegos dio la vista. 22 Y respondiendo Jesús, les dijo: Id, dad las nuevas a Juan de lo que habéis visto y oído: que los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos resucitan, a los pobres es anunciado el Evangelio: 23 y bienaventurado es el que no fuere escandalizado en mí. 24 Cuando se fueron los mensajeros de Juan, comenzó a hablar de Juan a la multitud: ¿Qué salisteis a ver al desierto? ¿Una caña que es agitada por el viento? 25 Mas ¿qué salisteis a ver? ¿Un hombre cubierto de vestidos delicados? He aquí, los que están en vestido precioso, y viven en delicias, en los palacios de los reyes están. 26 Mas ¿qué salisteis a ver? ¿Un profeta? También os digo, y aun más que profeta. 27 Este es de quien está escrito: He aquí, envío mi ángel delante de tu faz, El cual aparejará tu camino delante de ti. 28 Porque os digo que entre los nacidos de mujeres, no hay mayor profeta que Juan el Bautista; mas el más pequeño en el Reino de Dios es mayor que él. 29 Y todo el pueblo oyéndole, y los publicanos, justificaron a Dios, bautizándose con el bautismo de Juan. 30 Mas los fariseos y los sabios de la ley, desecharon el consejo de Dios contra sí mismos, no siendo bautizados de él. 31 Y dice el Señor: ¿A quién, pues, compararé los hombres de esta generación, y a qué son semejantes? 32 Semejantes son a los muchachos sentados en la plaza, y que dan voces los unos a los otros, y dicen: Os tañimos con flautas, y no bailasteis; os endechamos, y no llorasteis. 33 Porque vino Juan el Bautista, que ni comía pan, ni bebía vino, y decís: Demonio tiene. 34 Vino el Hijo del hombre, que come y bebe, y decís: He aquí un hombre comilón, y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores. 35 Mas la sabiduría es justificada de todos sus hijos. 36 Y le rogó uno de los fariseos, que comiese con él. Y entrado en casa del fariseo, se sentó a la mesa. 37 Y he aquí una mujer que había sido pecadora en la ciudad, cuando entendió que estaba a la mesa en casa de aquel fariseo, trajo un alabastro de ungüento, 38 Y estando detrás a sus pies, comenzó llorando a regar con lágrimas sus pies, y los limpiaba con los cabellos de su cabeza; y besaba sus pies, y ungía con el ungüento. 39 Y como vio el fariseo que le había convidado, habló entre sí, diciendo: Este, si fuera profeta, conocería quién y cuál es la mujer que le toca, que es pecadora. 40 Entonces respondiendo Jesús, le dijo: Simón, una cosa tengo que decirte. Y él dice: Di, Maestro. 41 Un acreedor tenía dos deudores: el uno le debía quinientos denarios, y el otro cincuenta; 42 y no teniendo ellos con qué pagar, soltó a ambos. Di, pues, ¿cuál de éstos le amará más? 43 Y respondiendo Simón, dijo: Pienso que aquel al cual soltó más. Y él le dijo: Rectamente has juzgado. 44 Y vuelto a la mujer, dijo a Simón: ¿Ves esta mujer? Entré en tu casa, no diste agua para mis pies; y ésta ha regado mis pies con lágrimas, y ha limpiado con los cabellos de su cabeza. 45 No me diste beso, y ésta, desde que entré, no ha cesado de besar mis pies. 46 No ungiste mi cabeza con óleo; y ésta ha ungido con ungüento mis pies. 47 Por lo cual te digo sus muchos pecados son perdonados, porque amó mucho; mas al que se perdona poco, poco ama. 48 Y a ella dijo: Los pecados te son perdonados. 49 Y los que estaban juntamente sentados a la mesa, comenzaron a decir entre sí: ¿Quién es éste, que también perdona pecados? 50 Y dijo a la mujer: Tu fe te ha salvado, ve en paz.
Capítulo 8
1 Y aconteció después, que él caminaba por todas las ciudades y aldeas, predicando y anunciando el Evangelio del Reino de Dios, y los doce con él, 2 y algunas mujeres que habían sido curadas de malos espíritus y de enfermedades: María, que se llamaba Magdalena, de la cual habían salido siete demonios, 3 y Juana, mujer de Chuza, procurador de Herodes, y Susana, y otras muchas que le servían de sus haciendas. 4 Y como se juntó una grande compañía, y los que estaban en cada ciudad vinieron a él, dijo por una parábola: 5 Uno que sembraba, salió a sembrar su simiente; y sembrando, una cayó junto al camino, y fue hollada; y las aves del cielo la comieron. 6 Otra cayó sobre la piedra; y nacida, se secó, porque no tenía humedad. 7 Otra cayó entre las espinas; y naciendo las espinas juntamente, la ahogaron. 8 Y otra cayó en buena tierra, y cuando fue nacida, llevó fruto a ciento . Diciendo estas cosas clamaba: El que tiene oídos para oír, oiga. 9 Y sus discípulos le preguntaron, diciendo, qué era ésta parábola. 10 Y él dijo: A vosotros es dado conocer los misterios del Reino de Dios; mas a los otros por parábolas, para que viendo no vean, y oyendo no entiendan. 11 Es pues ésta la parábola: La simiente es la palabra de Dios. 12 Y los de junto al camino, éstos son los que oyen; y luego viene el diablo, y quita la palabra de su corazón, para que no se salven creyendo. 13 Y los de sobre la piedra, los que habiendo oído, reciben la palabra con gozo; mas éstos no tienen raíces; que a tiempo creen, y en el tiempo de la tentación se apartan. 14 Y la que cayó entre las espinas, éstos son los que oyeron; mas yéndose, son ahogados de los cuidados y de las riquezas y de los pasatiempos de la vida, y no llevan fruto a perfección. 15 Y la que en buena tierra, éstos son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y llevan fruto en paciencia. 16 Ninguno que enciende la lámpara lo cubre con vasija, o lo pone debajo de la cama; mas lo pone en un candelero, para que los que entren vean la luz. 17 Porque no hay cosa oculta, que no haya de ser manifestada; ni cosa escondida, que no haya de ser entendida, y de venir a luz. 18 Mirad pues cómo oís; porque a cualquiera que tuviere, le será dado; y a cualquiera que no tuviere, aun lo que parece tener le será quitado. 19 Y vinieron a él su madre y hermanos; y no podían llegar a él por causa de la multitud. 20 Y le fue dado aviso, diciendo: Tu madre y tus hermanos están fuera, que quieren verte. 21 El entonces respondiendo, les dijo: Mi madre y mis hermanos son los que oyen mi palabra, y la hacen. 22 Y aconteció un día él entró en un barco con sus discípulos, y les dijo: Pasemos al otro lado del lago. Y partieron. 23 Pero mientras ellos navegaban, él se durmió. Y sobrevino una tempestad de viento en el lago; y se anegaban , y peligraban. 24 Y llegándose , le despertaron, diciendo: ¡Maestro, Maestro, perecemos! Y despertado él, increpó al viento y a la furia del agua; y cesaron, y fue hecha grande bonanza. 25 Y les dijo: ¿Qué es de vuestra fe? Y atemorizados, se maravillaban, diciendo los unos a los otros: ¿Quién es éste, que aun a los vientos y al agua manda, y le obedecen? 26 Y navegaron a la tierra de los gadarenos, que está delante de Galilea. 27 Y saliendo él a tierra, le vino al encuentro de la ciudad un hombre que tenía demonios ya de muchos tiempos; y no vestía vestido, ni estaba en casa, sino por los sepulcros. 28 El cual, cuando vio a Jesús, exclamó y se postró delante de él, y dijo a gran voz: ¿Qué tengo yo contigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te ruego que no me atormentes. 29 (Porque mandaba al espíritu inmundo que saliese del hombre, porque ya de muchos tiempos le arrebataba; y le guardaban preso con cadenas y grillos; mas rompiendo las prisiones, era agitado del demonio por los desiertos.) 30 Y le preguntó Jesús, diciendo: ¿Qué nombre tienes? Y él dijo: Legión. Porque muchos demonios habían entrado en él. 31 Y le rogaban que no les mandase ir al abismo. 32 Y había allí un hato de muchos puercos que pacían en el monte; y le rogaron que los dejase entrar en ellos; y los dejó. 33 Y salidos los demonios del hombre, entraron en los puercos; y el hato de ellos se arrojó por un despeñadero en el lago, y se ahogó. 34 Y los pastores, como vieron lo que había acontecido, huyeron, y yendo dieron aviso en la ciudad y por las heredades. 35 Y salieron a ver lo que había acontecido; y vinieron a Jesús, y hallaron sentado al hombre de quien habían salido los demonios, vestido, y en su juicio, a los pies de Jesús; y tuvieron miedo. 36 Y les contaron los que habían visto, cómo había sido salvado aquel endemoniado. 37 Entonces toda la multitud de la tierra de los gadarenos alrededor, le rogaron que se fuese de ellos; porque tenían gran temor. Y él, subiendo en el barco, se devolvió. 38 Y aquel hombre, de quien habían salido los demonios, le rogó para estar con él; mas Jesús le despidió, diciendo: 39 Vuélvete a tu casa, y cuenta cuán grandes cosas ha hecho Dios contigo. Y él se fue, predicando por toda la ciudad cuán grandes cosas había hecho Jesús con él. 40 Y aconteció que volviendo Jesús, le recibió la multitud; porque todos le esperaban. 41 Y he aquí un varón, llamado Jairo, y que era príncipe de la sinagoga, vino, y cayendo a los pies de Jesús, le rogaba que entrase en su casa; 42 porque tenía una hija única, como de doce años, y ella se estaba muriendo. Y yendo, le apretaba la multitud. 43 Y una mujer, que tenía flujo de sangre hacía ya doce años, la cual había gastado en médicos toda su hacienda, y por ninguno había podido ser curada, 44 llegándose por las espaldas, tocó el borde de su vestido; y luego se estancó el flujo de su sangre. 45 Entonces Jesús dijo: ¿Quién el que me ha tocado? Y negando todos, dijo Pedro y los que estaban con él: Maestro, la multitud te aprieta y oprime, y dices: ¿Quién el que me ha tocado? 46 Y Jesús dijo: Me ha tocado alguien; porque yo he conocido que ha salido virtud de mí. 47 Entonces, cuando la mujer vio que no se podía esconder, vino temblando, y postrándose delante de él le declaró delante de todo el pueblo la causa por qué le había tocado, y cómo luego había sido sana. 48 Y él dijo: Confía hija, tu fe te ha salvado; ve en paz. 49 Estando aún él hablando, vino uno del príncipe de la sinagoga a decirle: Tu hija está muerta, no des trabajo al Maestro. 50 Y oyéndolo Jesús, le respondió: No temas; cree solamente, y será salva. 51 Y entrado en casa, no dejó entrar a nadie consigo, sino a Pedro, y a Jacobo, y a Juan, y al padre y a la madre de la niña. 52 Y lloraban todos, y la plañían. Y él dijo: No lloréis; no está muerta, sino duerme. 53 Y hacían burla de él, sabiendo que estaba muerta. 54 Y él, echados todos fuera, tomándola de la mano, clamó, diciendo: Muchacha, levántate. 55 Entonces su espíritu volvió, y se levantó luego; y mandó que le diesen de comer. 56 Y sus padres estaban fuera de sí; a los cuales él mandó, que a nadie dijesen lo que había sido hecho.
Mo | Tu | We | Th | Fr | Sa | Su |
---|---|---|---|---|---|---|
1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 | 7 |
8 | 9 | 10 | 11 | 12 | 13 | 14 |
15 | 16 | 17 | 18 | 19 | 20 | 21 |
22 | 23 | 24 | 25 | 26 | 27 | 28 |
29 | 30 |
Hier können Sie es. Lukas119.de bietet den ersten deutschsprachigen interaktiven Bibelleseplan online. Und das besondere daran: unser Bibelleseplan ist thematisch gegliedert und damit eine interessante und willkommene Alternative zum üblichen: "...heute fangen wir mal mit 1. Mose 1 an und in 52 Wochen sind wir fertig"... Unser Bibelleseplan führt Sie innerhalb eines Jahres durch die ganze Bibel - und da gibt es viel zu entdecken! Entscheiden Sie selbst, zu welcher Tageszeit Sie die jeweiligen Tagesabschnitte online aufrufen.
Wenn Sie vielleicht schon lange vorhaben, innerhalb eines Jahres die ganze Bibel zu lesen und eigentlich nur auf die passende Gelegenheit warten - oder bislang vergeblich nach einer guten Online-Möglichkeit Ausschau hielten - dann starten Sie doch einfach jetzt direkt bei Lukas119.
An dieser Stelle bedanken wir uns bei Michael Coley von www.bible-reading.com mit dessen freundlicher Genehmigung der von ihm entwickelte Bibelleseplan mit thematischer Gliederung bei uns verwendet werden kann.
Besondere Anerkennung gilt auch dem Programmierer-Team von Lukas119, das die technische Umsetzung dieses Projektes schnell und effektiv realisiert hat ;)
Unser Bibelleseplan wird zur Zeit in Deutsch, Englisch und Französisch angeboten. Wir befinden uns im Beta-Stadium unseres Projektes. Daher bitten wir um Verständnis, falls unser Bibelleseplan derzeit noch nicht voll funktionsfähig sein sollte. Wir sind für Feedback und Anregungen dankbar.