- Die CSE* christliche Suchmaschine für Kirche und Religion -
Deutsch
English
Français
Español
| deutsch | - | english | - | français | - | español |
Capítulo 9
1 Entonces el SEÑOR dijo a Moisés: Entra al Faraón, y dile: El SEÑOR Dios de los hebreos, dice así: Deja ir mi pueblo, para que me sirvan; 2 porque si no lo quieres dejar ir, y los detuvieres aún, 3 he aquí la mano del SEÑOR será sobre tus ganados que en el campo: caballos, asnos, camellos, vacas y ovejas, pestilencia gravísima. 4 Y el SEÑOR hará separación entre los ganados de Israel y los de Egipto, que nada muera de todo lo de los hijos de Israel. 5 Y el SEÑOR señaló tiempo, diciendo: Mañana hará el SEÑOR esta cosa en la tierra. 6 Y al día siguiente el SEÑOR hizo aquello, y murió todo el ganado de Egipto; mas del ganado de los hijos de Israel no murió uno. 7 Entonces Faraón envió , y he aquí que del ganado de los hijos de Israel no había muerto uno. Mas el corazón del Faraón se agravó, y no dejó ir al pueblo. 8 Y el SEÑOR dijo a Moisés y a Aarón: Tomad vuestros puños llenos de la ceniza de un horno, y espárzala Moisés hacia el cielo delante del Faraón. 9 Y vendrá a ser polvo sobre toda la tierra de Egipto, el cual originará sarna que eche vejigas apostemadas en los hombres y en las bestias, por toda la tierra de Egipto. 10 Y tomaron la ceniza del horno, y se pusieron delante de Faraón, y la esparció Moisés hacia el cielo; y vino una sarna que echaba vejigas, así en los hombres como en las bestias. 11 que los magos no podían estar delante de Moisés a causa de la sarna, porque hubo sarna en los magos y en todos los egipcios. 12 Y el SEÑOR endureció el corazón del Faraón, y no los oyó, como el SEÑOR lo había dicho a Moisés. 13 Entonces el SEÑOR dijo a Moisés: Levántate de mañana, y ponte delante del Faraón, y dile: El SEÑOR Dios de los hebreos, dice así: Deja ir a mi pueblo, para que me sirva. 14 Porque yo enviaré esta vez todas mis plagas a tu corazón, y en tus siervos, y en tu pueblo, para que entiendas que no como yo en toda la tierra. 15 Porque ahora extenderé mi mano para herirte a ti y a tu pueblo de pestilencia, y serás quitado de la tierra. 16 Porque a la verdad yo te he puesto para declarar en ti mi potencia, y que mi Nombre sea contado en toda la tierra. 17 Tu aún te ensalzas contra mi pueblo para no dejarlos ir. 18 He aquí que mañana a estas horas yo lluevo granizo muy grave, cual nunca fue en Egipto, desde el día que se fundó hasta ahora. 19 Envía, pues, a recoger tu ganado, y todo lo que tienes en el campo; porque todo hombre o animal que se hallare en el campo, y no fuere recogido a casa, el granizo descenderá sobre él, y morirá. 20 De los siervos del Faraón, el que temió la palabra del SEÑOR, hizo huir sus siervos y su ganado a casa; 21 mas el que no puso en su corazón la palabra del SEÑOR, dejó sus siervos y sus ganados en el campo. 22 Y el SEÑOR dijo a Moisés: Extiende tu mano hacia el cielo, para que venga granizo en toda la tierra de Egipto sobre los hombres, y sobre las bestias, y sobre toda la hierba del campo en la tierra de Egipto. 23 Y Moisés extendió su vara hacia el cielo, y el SEÑOR dio voces y granizó, y fuego discurría por la tierra; y llovió el SEÑOR granizo sobre la tierra de Egipto. 24 Y hubo granizo, y fuego mezclado entre el granizo, tan grande, cual nunca hubo en toda la tierra de Egipto desde que fue habitada. 25 Y aquel granizo hirió en toda la tierra de Egipto todo lo que en el campo, así hombres como bestias; asimismo hirió el granizo toda la hierba del campo, y quebró todos los árboles del país. 26 Solamente en la tierra de Gosén, donde los hijos de Israel estaban, no hubo granizo. 27 Entonces Faraón envió a llamar a Moisés y a Aarón, y les dijo: He pecado esta vez; el SEÑOR es justo, y yo y mi pueblo impíos. 28 Orad al SEÑOR; y cesen los truenos de Dios y el granizo; y os dejaré ir, y no quedaréis más aquí. 29 Y le respondió Moisés: Saliendo yo de la ciudad extenderé mis manos al SEÑOR, los truenos cesarán, y no habrá más granizo; para que sepas que del SEÑOR la tierra. 30 Mas conozco a ti y a tus siervos de antes que temieseis de la presencia del SEÑOR Dios. 31 El lino, pues, y la cebada fueron heridos; porque la cebada ya espigada, y el lino en caña. 32 Mas el trigo y el centeno no fueron heridos; porque eran tardíos. 33 Y salido Moisés de la presencia de Faraón de la ciudad, extendió sus manos al SEÑOR, y cesaron los truenos y el granizo; y la lluvia no cayó más sobre la tierra. 34 Y viendo Faraón que la lluvia había cesado y el granizo y los truenos, perseveró en pecar, y agravó su corazón, él y sus siervos. 35 Y el corazón del Faraón se endureció, y no dejó ir a los hijos de Israel; como el SEÑOR lo había dicho por medio de Moisés.
Capítulo 10
1 Y el SEÑOR dijo a Moisés: Entra a Faraón; porque yo he agravado su corazón, y el corazón de sus siervos, para dar entre ellos estas mis señales; 2 y para que cuentes a tus hijos y a tus nietos las cosas que hice en Egipto, y mis señales que di entre ellos; y para que sepáis que yo el SEÑOR. 3 Entonces vinieron Moisés y Aarón al Faraón, y le dijeron: El SEÑOR Dios de los hebreos, ha dicho así: ¿Hasta cuándo no querrás humillarte delante de mí? Deja ir a mi pueblo para que me sirvan. 4 Y si aún rehusas dejarlo ir, he aquí que yo traeré mañana langosta en tus términos, 5 la cual cubrirá la faz de la tierra, de modo que no pueda verse la tierra; y ella comerá lo que quedó salvo, lo que os ha quedado del granizo; y comerá todo árbol que os produce en el campo. 6 Y se llenarán tus casas, y las casas de todos tus siervos, y las casas de todos los egipcios, cual nunca vieron tus padres ni tus abuelos, desde que ellos fueron sobre la tierra hasta hoy. Y se volvió, y salió de la presencia del Faraón. 7 Entonces los siervos del Faraón le dijeron: ¿Hasta cuándo nos ha de ser éste por lazo? Deja ir estos hombres, para que sirvan al SEÑOR su Dios; ¿aún no sabes que Egipto se pierde? 8 Y Moisés y Aarón volvieron a ser llamados al Faraón, el cual les dijo: Andad, servid al SEÑOR vuestro Dios. ¿Quién y quiénes son los que han de ir? 9 Y Moisés respondió: Hemos de ir con nuestros niños y con nuestros viejos, con nuestros hijos y con nuestras hijas; con nuestras ovejas y con nuestras vacas hemos de ir; porque tenemos fiesta solemne del SEÑOR. 10 Y él les dijo: Así sea el SEÑOR con vosotros, como yo os dejare ir a vosotros y a vuestros niños: mirad la malicia que está delante de vuestro rostro. 11 No así: id ahora vosotros los varones, y servid al SEÑOR; porque esto es lo que vosotros demandasteis. Y los echaron de delante del Faraón. 12 Entonces el SEÑOR dijo a Moisés: Extiende tu mano sobre la tierra de Egipto para traer la langosta, a fin de que suba sobre la tierra de Egipto, y consuma toda la hierba de la tierra, todo lo que el granizo dejó. 13 Y extendió Moisés su vara sobre la tierra de Egipto, y el SEÑOR trajo viento oriental sobre el país todo aquel día y toda aquella noche; y a la mañana el viento oriental trajo la langosta. 14 Y subió la langosta sobre toda la tierra de Egipto, y se asentó en todos los términos de Egipto, en gran manera grave; antes de ella no hubo langosta semejante, ni después de ella vendrá otra tal; 15 y cubrió la faz de toda la tierra, y se oscureció la tierra; y comió toda la hierba de la tierra, y todo el fruto de los árboles que había dejado el granizo; que no quedó cosa verde en árboles ni en la hierba del campo, por toda la tierra de Egipto. 16 Entonces Faraón hizo llamar aprisa a Moisés y a Aarón, y dijo: He pecado contra el SEÑOR vuestro Dios, y contra vosotros. 17 Mas ruego ahora que perdones mi pecado solamente esta vez, y que oréis al SEÑOR vuestro Dios que quite de mí solamente esta muerte. 18 Y salió de la presencia del Faraón, y oró al SEÑOR. 19 Y el SEÑOR volvió viento occidental fortísimo, y quitó la langosta, y la arrojó en el mar Bermejo; ni una langosta quedó en todo el término de Egipto. 20 Mas el SEÑOR endureció el corazón del Faraón, para no dejar ir a los hijos de Israel. 21 Y el SEÑOR dijo a Moisés: Extiende tu mano hacia el cielo, para que haya tinieblas sobre la tierra de Egipto, tales que cualquiera las palpe. 22 Y extendió Moisés su mano hacia el cielo, y hubo densas tinieblas tres días por toda la tierra de Egipto. 23 Ninguno vio a su prójimo, ni nadie se levantó de su lugar en tres días; mas todos los hijos de Israel tenían luz en sus habitaciones. 24 Entonces Faraón hizo llamar a Moisés, y dijo: Id, servid al SEÑOR; solamente queden vuestras ovejas y vuestras vacas; vayan también vuestros niños con vosotros. 25 Y Moisés respondió: Tú también nos darás en nuestras manos sacrificios y holocaustos, que sacrifiquemos al SEÑOR nuestro Dios. 26 Nuestros ganados irán también con nosotros; no quedará uña; porque de ellos hemos de tomar para servir al SEÑOR nuestro Dios; y no sabemos con qué hemos de servir al SEÑOR, hasta que lleguemos allá. 27 Mas el SEÑOR endureció el corazón de Faraón, y no quiso dejarlos ir. 28 Y le dijo Faraón: Retírate de mí: guárdate que no veas más mi rostro, porque en cualquier día que vieres mi rostro, morirás. 29 Y Moisés respondió: Bien has dicho; no veré más tu rostro.
Capítulo 11
1 Y el SEÑOR dijo a Moisés: Una plaga traeré aún sobre Faraón, y sobre Egipto; después de la cual él os dejará ir de aquí; y seguramente os echará de aquí del todo. 2 Habla ahora al pueblo, y que cada uno demande a su vecino, y cada una a su vecina, vasos de plata y de oro. 3 Y el SEÑOR dio gracia al pueblo en los ojos de los egipcios. También Moisés gran varón en la tierra de Egipto, delante de los siervos del Faraón, y delante del pueblo. 4 Y dijo Moisés: El SEÑOR ha dicho así: A la medianoche yo saldré por medio de Egipto, 5 y morirá todo primogénito en tierra de Egipto, desde el primogénito del Faraón que asentado en su trono, hasta el primogénito de la sierva que tras la muela; y todo primogénito de las bestias. 6 Y habrá gran clamor por toda la tierra de Egipto, cual nunca fue, ni jamás será. 7 Mas entre todos los hijos de Israel, desde el hombre hasta la bestia, ni un perro moverá su lengua: para que sepáis que hará diferencial el SEÑOR entre los egipcios y los israelitas. 8 Y descenderán a mí todos estos tus siervos, e inclinados delante de mí dirán: Sal tú, y todo el pueblo que debajo de ti; y después de esto saldré. Y salió muy enojado de la presencia del Faraón. 9 Y el SEÑOR dijo a Moisés: El Faraón no os oirá, para que mis maravillas se multipliquen en la tierra de Egipto. 10 Y Moisés y Aarón hicieron todos estos prodigios delante del Faraón: mas el SEÑOR había endurecido el corazón del Faraón, para que no dejase ir de su tierra a los hijos de Israel.
Capítulo 12
1 Y habló el SEÑOR a Moisés, y a Aarón en la tierra de Egipto, diciendo: 2 Este mes os cabeza de los meses; éste os primero en los meses del año. 3 Hablad a toda la congregación de Israel, diciendo: En el diez de este mes tómese cada uno un cordero por las familias de los padres, un cordero familia; 4 mas si la familia fuere pequeña que no a comer el cordero, entonces tomará a su vecino cercano de su casa, según el número de las personas, cada uno conforme a su comer, echaréis la cuenta sobre el cordero. 5 El cordero será sin defecto, macho de un año; lo tomaréis de las ovejas o de las cabras; 6 y habéis de guardarlo hasta el día catorce de este mes; y lo inmolará toda la asamblea de la congregación del pueblo de Israel entre las tardes. 7 Y tomarán de la sangre, y pondrán en los dos postes y en el dintel de las casas en que lo han de comer. 8 Y aquella noche comerán la carne asada al fuego, y panes sin levadura; con amargas lo comerán. 9 Ninguna cosa comeréis de él cruda, ni cocida en agua, sino asada al fuego; su cabeza con sus pies y sus intestinos. 10 Ninguna cosa dejaréis de él hasta la mañana; y lo que habrá de quedar hasta la mañana, habéis de quemarlo en el fuego. 11 Y así habéis de comerlo: ceñidos vuestros lomos, vuestros zapatos en vuestros pies, y vuestro bordón en vuestra mano; y lo comeréis apresuradamente: ésta la Pascua del SEÑOR. 12 Pues pasaré aquella noche por la tierra de Egipto, y heriré a todo primogénito en la tierra de Egipto, así en los hombres como en las bestias; y haré juicios en todos los dioses de Egipto. Yo el SEÑOR. 13 Y esta sangre os será por señal en las casas donde vosotros ; y cuando viere aquella sangre, pasaré por vosotros, y no habrá en vosotros plaga de mortandad, cuando heriré la tierra de Egipto. 14 Y este día os ha de ser en memoria, y habéis de celebrarlo como solemne al SEÑOR por vuestras edades; por estatuto perpetuo lo celebraréis. 15 Siete días comeréis panes sin levadura; y así el primer día haréis que no haya levadura en vuestras casas; porque cualquiera que comiere leudado desde el primer día hasta el séptimo, aquella alma será cortada de Israel. 16 El primer día os será santa convocación, y asimismo el séptimo día santa convocación; ninguna obra se hará en ellos, solamente lo que toda persona hubiere de comer, esto solamente se aderece para vosotros. 17 Y guardaréis los ázimos, porque en aquel mismo día saqué vuestros ejércitos de la tierra de Egipto; por tanto guardaréis este día por vuestras edades por costumbre perpetua. 18 En el primero, el día catorce del mes por la tarde, comeréis los panes sin levadura, hasta el veintiuno del mes por la tarde. 19 Por siete días no se hallará levadura en vuestras casas, porque cualquiera que comiere leudado, así extranjero como natural de la tierra, aquella alma será cortada de la congregación de Israel. 20 Ninguna cosa leudada comeréis; en todas vuestras habitaciones comeréis panes sin levadura. 21 Y Moisés convocó a todos los ancianos de Israel, y les dijo: Sacad, y tomaos corderos por vuestras familias, y sacrificad la pascua. 22 Y tomad un manojo de hisopo, y mojadlo en la sangre que en un lebrillo, y untad el dintel y los dos postes con la sangre que estará en el lebrillo; y ninguno de vosotros salga de las puertas de su casa hasta la mañana. 23 Porque el SEÑOR pasará hiriendo a los egipcios; y cuando vea la sangre en el dintel y en los dos postes, pasará el SEÑOR aquella puerta, y no dejará entrar al heridor en vuestras casas para herir. 24 Y guardaréis esto por estatuto para vosotros y para vuestros hijos para siempre. 25 Y será, cuando habréis entrado en la tierra que el SEÑOR os dará, como os lo ha prometido, guardaréis este servicio. 26 Y cuando os dijeren vuestros hijos: ¿Qué este vuestro servicio? 27 Vosotros responderéis: Esta la víctima de la Pascua del SEÑOR, el cual pasó las casas de los hijos de Israel en Egipto, cuando hirió a los egipcios, y libró nuestras casas. Entonces el pueblo se inclinó y adoró. 28 Y los hijos de Israel se fueron, e hicieron como el SEÑOR había mandado a Moisés y a Aarón, así lo hicieron. 29 Y aconteció que a la medianoche el SEÑOR hirió a todo primogénito en la tierra de Egipto, desde el primogénito del Faraón que sentado sobre su trono, hasta el primogénito del cautivo que en la cárcel, y todo primogénito de los animales. 30 Y se levantó aquella noche Faraón, él y todos sus siervos, y todos los egipcios; y había un gran clamor en Egipto, porque no había casa donde no muerto. 31 E hizo llamar a Moisés y a Aarón de noche, y les dijo: Salid de en medio de mi pueblo vosotros, y los hijos de Israel; e id, servid al SEÑOR, como habéis dicho. 32 Tomad también vuestras ovejas y vuestras vacas, como habéis dicho, e idos; y bendecidme también . 33 Y los egipcios apremiaban al pueblo, dándose prisa a echarlos de la tierra; porque decían: Todos somos muertos. 34 Y llevó el pueblo su masa antes que se leudase, sus masas atadas, en sus sábanas sobre sus hombros. 35 E hicieron los hijos de Israel conforme al mandamiento de Moisés, demandando a los egipcios vasos de plata, y vasos de oro, y vestidos. 36 Y el SEÑOR dio gracia al pueblo delante de los egipcios, y les prestaron; y ellos despojaron a los egipcios. 37 Y partieron los hijos de Israel de Ramesés a Sucot, como seiscientos mil hombres de pie, sin los niños. 38 Y también subió con ellos grande multitud de diversa suerte de gentiles; y muchísimas ovejas y vacas. 39 Y cocieron la masa, que habían sacado de Egipto, tortas sin levadura, porque no había leudado, porque al echarlos fuera los egipcios, no habían podido detenerse, ni aun prepararse comida. 40 El tiempo que los hijos de Israel habitaron en Egipto, fue cuatrocientos treinta años. 41 Y pasados cuatrocientos treinta años, en el mismo día salieron todos los ejércitos del SEÑOR de la tierra de Egipto. 42 Esta es noche de guardar al SEÑOR, por haberlos sacado de la tierra de Egipto. Esta noche guardar al SEÑOR todos los hijos de Israel por sus edades. 43 Y el SEÑOR dijo a Moisés y a Aarón: Esta la ordenanza de la Pascua: Ningún extraño comerá de ella; 44 mas todo siervo humano comprado por dinero, comerá de ella después que lo hubieres circuncidado. 45 El extranjero y el asalariado no comerán de ella. 46 En una casa se comerá, y no llevarás de aquella carne fuera de casa, ni quebraréis hueso en él. 47 Toda la congregación de Israel la sacrificará. 48 Mas si algún extranjero peregrinare contigo, y hacer la pascua al SEÑOR, séale circuncidado todo varón, y entonces se llegará a sacrificarla, y será como el natural de la tierra; pero ningún incircunciso comerá de ella. 49 La misma ley será para el natural y para el extranjero que peregrinare entre vosotros. 50 Y todos los hijos de Israel hicieron como mandó el SEÑOR a Moisés y a Aarón, así lo hicieron. 51 Y en aquel mismo día el SEÑOR sacó los hijos de Israel de la tierra de Egipto por sus escuadrones.
Mo | Tu | We | Th | Fr | Sa | Su |
---|---|---|---|---|---|---|
1 | 2 | 3 | 4 | 5 | ||
6 | 7 | 8 | 9 | 10 | 11 | 12 |
13 | 14 | 15 | 16 | 17 | 18 | 19 |
20 | 21 | 22 | 23 | 24 | 25 | 26 |
27 | 28 | 29 | 30 |
Hier können Sie es. Lukas119.de bietet den ersten deutschsprachigen interaktiven Bibelleseplan online. Und das besondere daran: unser Bibelleseplan ist thematisch gegliedert und damit eine interessante und willkommene Alternative zum üblichen: "...heute fangen wir mal mit 1. Mose 1 an und in 52 Wochen sind wir fertig"... Unser Bibelleseplan führt Sie innerhalb eines Jahres durch die ganze Bibel - und da gibt es viel zu entdecken! Entscheiden Sie selbst, zu welcher Tageszeit Sie die jeweiligen Tagesabschnitte online aufrufen.
Wenn Sie vielleicht schon lange vorhaben, innerhalb eines Jahres die ganze Bibel zu lesen und eigentlich nur auf die passende Gelegenheit warten - oder bislang vergeblich nach einer guten Online-Möglichkeit Ausschau hielten - dann starten Sie doch einfach jetzt direkt bei Lukas119.
An dieser Stelle bedanken wir uns bei Michael Coley von www.bible-reading.com mit dessen freundlicher Genehmigung der von ihm entwickelte Bibelleseplan mit thematischer Gliederung bei uns verwendet werden kann.
Besondere Anerkennung gilt auch dem Programmierer-Team von Lukas119, das die technische Umsetzung dieses Projektes schnell und effektiv realisiert hat ;)
Unser Bibelleseplan wird zur Zeit in Deutsch, Englisch und Französisch angeboten. Wir befinden uns im Beta-Stadium unseres Projektes. Daher bitten wir um Verständnis, falls unser Bibelleseplan derzeit noch nicht voll funktionsfähig sein sollte. Wir sind für Feedback und Anregungen dankbar.